Ciertamente así me llaman mis amigas, Campanilla, ¿por que? pues porque él era Peter Pan. Nuestra historia empezó de manera extraña, él, un hombre, yo una niña, muchos años entre nosotros, pero surgió la amistad.
No se como sucedió, pero empezó a comportarse como mi hermano mayor o algo por el estilo, decía que yo era su niña, alguien a quien necesitaba proteger. Pasaron años y yo me convertí en una mujercilla, decía que había pasado de oruga a mariposa. Mirándolo con perspectiva, en mis años de adolescente no es que fuese un bellezón, más bien era la típica rarita.
Y fue en esa época, en la de mis 18 años cuando sucedió todo, ahí empece a ser Campanilla, a ser su Campanilla, su incondicional, a estar locamente enamorada de él y a dejar que Peter jugase a ser un niño mayor, a dejar que me enseñase todo lo que se, a convertirme en lo que soy.
Obviamente él y yo empezamos una relación bastante complicada, dolorosa para ambos, que termino en una ruptura de todo contacto durante 5 largos años. Aun así, el siguió siendo Peter Pan, pero le faltaba su amiga incondicional, esa morena de 1'60, revoltosa. Así que se buscó a otra, que ahora es su Wendy.
Cuando regresé, cuando se nos olvidaron los problemas y dolores, Wendy ya ocupaba un lugar en el corazón de Peter, pero ni él ni yo, hemos sido capaces de olvidarnos el uno del otro, y cuando nos reencontramos supimos inmediatamente cual era nuestro lugar. Yo siendo su Campanilla, el volviendo a ser mi Peter Pan y ambos olvidándonos de Wendy cuando estamos juntos.Porque Wendys han habido muchas, pero Campanilla.. solo hay una.
No hay comentarios:
Publicar un comentario