Acabo de abrir el bar un domingo por la tarde y mi primer cliente es, nada más ni nada menos, que la hij..... de la profesora de ballet que consiguió truncar mi sueño de ser bailarina profesional de danza clásica.
Todo ocurrió cuando.. con 13 años, esta señora me obligo a hacer un chassé con caída a puntas.. cosa fácil para mi en aquella época.. lo malo fué cuando en el escenario había un socabón y di a parar con mis huesos en el suelo y un esguince de tercer grado en el tobillo derecho del que hoy en día todavía no he podido recuperarme... Diréis.. ¡¡ESO FUE UN ACCIDENTE!! ¡¡LA POBRE CHICA NO TUBO LA CULPA!!! y en cierta medida fue así.. de no se porque era final de curso.. la actuación más esperada por todas.. y o me recuperaba a la voz de ya! o me suspendía el curso y le daba mi papel de Prima Ballerina a otra...
y bueno.. os podéis imaginar.. hice la actuación.. con un dolor tremendisimo.. terminé de bailar y cuando entre en el vestuario me fui directisima al hospital.. nunca más conseguí subir a puntas, por supuesto me suspendió y dejé el conservatorio de danza clásica...
Si no me hubiese presionado tanto.. si hubiese sido más humana.. si me hubiese dejado recuperarme, quien sabe si yo, hoy en día estaría bailando en alguna de las compañias de ballet nacional, o saliendo en algún programa tipo FAMMA.. pero no.. Allí, con 13 añitos, se truncó mi camino, mi sueño de verme elevada en el aire cada vez que me calzaba mis zapatillas de Ballet, de sentir los nervios de antes de la actuación, de sentir la emoción cuando haces un Porté perfecto en un golpe de música...
Bueno.. después de todo este parrafón que os acabo de echar.. viene el porque del título de la entrada...pues eso, ella acaba de entrar.. de eso hace ya unos muchos minutos, y la pobre se acordaba de mi, se ha puesto a hablar conmigo y parece tan triste. Me ha dicho que ya no da clases en el conservatorio, que hay veces que vale la pena darse tiempo para lo que realmente importa, que tiene un hijo de 12 años y se acaba de comprar un perro.. y la verdad es que no se porque me lo ha contado.. parece tan falta de afecto.. tan triste, tan sola.. como si las cosas no le hubieran ido bien en la vida.. como si no parase de lloverle palos.. y me d apena verla así, tan desmarañada, tan poco arreglada.. tan echada a perder.. ella que siempre había sido una chica muy vital.. con mucho mal genio.. ahora no es ni la sombra de la profesora que conocí.
“…y sombra de lo que eras”, sí, eso es lo que les pasa a muchos/as que carecen de la benevolencia o humanidad hacia los demás, y actúan de forma prepotente, sin piedad alguna, ni siquiera para un niño, pero como todo en esta maldita vida, al final amortizan las consecuencias, nadie se va sin pagar, a todos les pican el billete, ninguno se escapa del revisor. Ha ido a ti con sus lamentos, sus penas, buscando tu consuelo, implorando el perdón, aunque fuera de una forma indirecta (como saben expresarlo esa gente), tu bendición o absolución. ¿No te dijo que también se había divorciado? Si no fuera así, todo es cuestión de tiempo. Ya lo dijo alguien por ahí que los últimos serán los primeros. Saboréalo, porque nosotros no ponemos la otra mejilla, eso para los débiles.
ResponderEliminarPues la verdad es que me da mucha pena que haya terminado así, no me gusta ver mal a nadie, ni siquiera a los que una vez me hicieron daño.. yo soy de las que siempre pone la otra mejilla e intenta dar una segunda oportunidad a todos porque me gustaría que me la dieran a mi.. puede que sea tonta.. pero soy así.. y me toman el pelo, y me la vuelven a jugar.... pero yo sigo siendo igual, no me regocijo en el dolor de nadie e intento ayudar en la medida de lo posible a quien me necesite..
ResponderEliminarSí, me parece muy bien lo que expones, pero el problema es que nadie te da a ti una segunda oportunidad. Procura cambia, que nadie te la vuelva a jugar otra vez, con una basta ya. Un fuerte abrazo Neyade
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